viernes, marzo 04, 2011

Cultura escolar y la función directiva

 Autora: Teresa Eugenia Brito Miranda
Publicado: Síntesis Puebla, 03 de marzo de 2011

     Los directores de nuestras escuelas de nivel básico tienen funciones meramente administrativas, por lo que tienen poco margen de decisión sobre aspectos cruciales para las escuelas. Por lo tanto, es de todos sabido que es necesario fortalecer un liderazgo profesional que imparte en cambios culturales dentro de la escuela.
     De ese liderazgo profesional se pueden desprender formas de vivir la democracia y valores relacionados con habilidades sociales que se aprenden en la vida cotidiana, como el respeto, la tolerancia, la equidad y la inclusión. Es más importante vivir cotidianamente estos valores y trabajarlos desde ahí, que incluirlos como parte del contenido a trabajar en los programas. Cabe preguntarnos qué es lo que aprende un niño del liderazgo de su director o directora.
     Ciertamente hay diversidad de tipos de liderazgo, sin embargo hace falta formar a los directores en un liderazgo profesional, como lo recomienda la OCDE.
     Es necesario modificar la cultura institucional alrededor de la escuela. ¿Cuál es el margen de decisión que se les da a los directores para considerar los programas más pertinentes y relevantes para su institución educativa? Es probable que esto haya dado paso al uso del poder autoritario y al beneficio personal con una serie de vicios. El replanteamiento de esta cultura también implica modificar estructuras rígidas y jerárquicas dentro de la propia gestión escolar.
     Existen también otros factores, corno la serie de rituales alrededor de la figura de los directores, relacionados con formas de sumisión y obediencia dentro de las escuelas.
     Otra muestra de la falta de cultura de liderazgo profesional es la poca participación de todos los actores de la vida escolar, docentes, directivos, personal de apoyo, alumnos y padres de familia, derivada precisamente de liderazgos de corte autoritario que fomentan actores pasivos con rasgos de "minoría de edad". A todas luces estas formas de liderazgo ofrecen una formación en valores muy cuestionable.
     La centralización de decisiones todavía es muy fuerte desde la federalización. Algunos cambios seguramente se han hecho por iniciativa personal de algunos directores y docentes que trabajan experiencias más democráticas. Sin embargo, son esfuerzos individuales o experiencias grupales aisladas. Los directores y supervisores tienen aquí un reto importante: ¿estamos realmente fomentando en la cultura escolar el liderazgo en la función directiva? Esa es la cuestión.

No hay comentarios.: