lunes, marzo 05, 2012

La liquidación de la gramática o el asesinato de las letras



Autor: Ramón Felipe Tecólt González
Publicado: e- consulta,  28 de Febrero de 2012

     Tuve la fortuna de conocer Internet y volverme adicto a él desde poco antes de sus inicios, cuando lo que existía en aquel entonces era una red internacional de computadoras llamada Bitnet; ésta prácticamente era exclusiva para universidades y centros de investigación y ofrecía servicios de chat, de correo electrónico, Gopher y otros más.
     En estos albores de lo que hoy se conoce Internet nació una infinidad de peculiares formas de escribir y expresarse: smileys, acrónimos y mil cosas más, pero aún se escribía de forma correcta, completa. Era permitida la omisión de caracteres con acentos ya que esta red estaba cimentada en aquel entonces en servidores Unix y las computadoras permitían gráficos muy pobres, por lo que todo texto se basaba en código ASCII.     
     Actualmente, con el avance de la tecnología, la omisión de gráficos y acentos es literalmente cosa del pasado, es decir, es posible escribir correctamente, con todas las reglas habidas y por haber por cualquier medio electrónico de comunicación.
De unos pocos años a la fecha, las nuevas generaciones de jóvenes han creado su propia forma de escribir y comunicarse. La sintaxis, la semántica y la ortografía son tres partes de la gramática que han pasado al olvido y así se comunican los adolescentes para “hablar” por cualquier medio electrónico.
     Ola, k tal. Aki pazando. Ezpero me alkanxes rapiidoo. Kuentamee d la chiKa wapa q vizte. Graxx peiiO no sii lo aaGaa. Boy a ksa t kierO muuxoo x 100pre bs L.
     Este es un ejemplo del problema que se va agravando considerablemente con el tiempo. Independientemente de que se use este lenguaje en los medios de comunicación electrónicos, se hace presente en tareas y exámenes, “inconscientemente” escriben así para cualquier situación. Los adolescentes deberían poder decidir en qué momentos usar esta forma de escritura y cuándo es necesario una que sea totalmente coherente y correcta. Aunado a esto, aparecen extranjerismos, recuperan términos en desuso o simplemente juegan con las palabras.
     Algunos especialistas consideran esta manera de comunicarse como un deterioro del lenguaje producto de las nuevas tecnologías, pero esto no es justificación para que se les permita a los hijos o alumnos a escribir de esta manera constantemente. Otros consideran que no hay que demonizar a los medios electrónicos y que hay que buscar las razones de los problemas que han causado este problema que arrastran niños y adolescentes.
     Esta forma de escritura no es mala, es pésima y atenta contra la lengua y la comunicación correcta entre personas culturalmente civilizadas. El premio nobel de literatura, Mario Vargas Llosa, con palabras duras afirma que “si escribes así, es que hablas así; si hablas así, es que piensas así, y si piensas así, es que piensas como un mono”.
      Padres y maestros deben manejar métodos firmes y estrictos de enseñanza y corrección de ortografía. Luis Pedro Barcia –miembro de la Real Academia de la Lengua- asegura que no existen mediciones del impacto en el lenguaje “electrónico”, no obstante dice que quienes corrigen las tareas y exámenes dan fe de este serio deterioro.
     Los medios electrónicos no son los únicos responsables, la escuela básica, media y media superior han perdido mucho en su capacidad docente de la ortografía. La lengua es la vía de enseñanza de todas las asignaturas, por lo tanto, todos los maestros deberían enseñar lengua en el momento en que corrigen las lecciones escritas.
     Todos sabemos que no es lo mismo enviar un e-mail a un amigo que escribir una carta para solicitar trabajo, el problema que se presenta es que no existe una sólida base ortográfica, semántica y sintáctica. 140 caracteres en Twitter o 160 en un mensaje SMS pueden ser buenos desafíos para la ordinariez mexicana, pero la decreciente práctica de la redacción en las escuelas acentúa las limitaciones. Es difícil que entiendan lo importante que es escribir correctamente y la responsabilidad no es de las redes sociale,s sino de la falta de políticas educativas estrictas.
     Con todo esto no quiero decir que se siga al pie de la letra las normas de la Real Academia de la Lengua (cosa que ya es parte de la historia), sino procurar asumir una responsabilidad social y un respeto por los demás, expresándose de la forma más correcta y entendible que sea posible.
     No es necesario ser profesor de lengua o experto en lingüística para darse cuenta de este grave problema, la juventud se expresa cada día de la peor forma posible, lo que sin duda tiene que ver, en mi humilde opinión, con el hábito de la lectura.

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