viernes, noviembre 18, 2011

La Sociedad del Conocimiento: desafíos de educación y equidad.


Autora: Marisol Aguilar Mier
Publicado: e-consulta, 16 de noviembre de 2011

     Los tiempos que vivimos, sin duda alguna, son complejos pues las maneras en las que el conocimiento se genera y la información se procesa, se acumula y se difunde se han transformado generando nuevas estructuras sociales, económicas y culturales debido a una revolución tecnológica sin precedentes. Puede decirse que vivimos colmados de datos, imágenes, frases e íconos que han modificado la percepción que tenemos de nosotros mismos, pues ha cambiado también la apreciación que tenemos de nuestro entorno. Nuestra mirada ha ido de lo local acotada por nuestro barrio o ciudad, hacia horizontes globales pues se han roto los límites para acceder al conocimiento, producirlo e intercambiarlo colectivamente, al eliminarse barreras geográficas y temporales-espaciales y al tener un acceso más directo y “sin filtros” a la información y a lo que acontece.
     Lo anterior, constituye un enorme desafío pues se requiere de una ciudadanía que pueda acceder a una enseñanza de calidad y a los diversos medios de comunicación para participar plenamente en las sociedades del conocimiento y contribuir de forma eficaz a ellas. Y esto implica el desarrollo de competencias que nos permitan buscar, analizar, evaluar la información, aplicarla para solucionar problemas y tomar decisiones, siendo usuarios creativos que sacan el mayor provecho de las Tecnologías de Información y      Comunicación (TIC) en ámbitos laborales, personales y sociales.
     De acuerdo con la UNESCO, un objetivo clave para los próximos años es “incrementar la productividad, formando estudiantes, ciudadanos y trabajadores que se comprometan continuamente con la tarea de generar conocimiento e innovar y que se beneficien tanto de la creación de este conocimiento como de la innovación”. Nos preguntamos entonces, ¿qué tan cerca estamos de alcanzar este objetivo?
     Hay que reconocer, en primer lugar, que si bien estas nuevas sociedades han traído consigo múltiples beneficios en todos los ámbitos, también han generado nuevas formas de exclusión social relacionadas con el conocimiento puesto que al menos en nuestro país, aproximadamente sólo un 22% de la población tiene acceso a Internet. No contamos con la infraestructura ni los recursos suficientes para generar las plataformas que permitan equidad en el uso y acceso a los medios de comunicación e información y al desarrollo de los conocimientos especializados que se requieren para participar efectivamente en dichas sociedades.
     De esta manera, corremos el riesgo de quedarnos fuera, o mejor dicho “off line” de una nueva élite con serias repercusiones en nuestra calidad de vida y con pocas posibilidades para ser escuchados y participar tanto en la producción de nuevo conocimiento como en la aplicación del conocimiento ya existente para un mayor progreso y desarrollo.
     Así pues, comienza a crearse una nueva hegemonía en donde, según la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI), el conocimiento se está transformando en un recurso privado que puede ser controlado, vendido y comprado, como si se tratara de una simple mercancía y no de un elemento fundamental de la organización y el desarrollo social. Con ello se genera un núcleo de poder que controla la información, que puede decir qué es cierto y qué no y que de alguna manera impone un estilo de vida y una forma de pensamiento particular.
    Por todo lo anterior, nuestro país enfrenta un enorme desafío en esta materia pues requerimos trabajar arduamente para lograr dicha equidad en el acceso a las TIC. No obstante, ahí no termina el reto pues las escuelas pueden estar dotadas de la más alta tecnología pero sin profesores capacitados para integrarlas a los procesos educativos, éstas seguirán siendo presentadas desde la mirada del cambio y de la innovación, pero usándose de forma completamente tradicional sin modificar ni alterar metodologías y concepciones educativas. Tampoco lograrán aportar al desarrollo de competencias digitales que implican, entre otras cosas un conjunto de habilidades sociocognitivas mediante las cuales se puede seleccionar, analizar e informar del proceso de transformación de información a conocimiento.
     Concluyendo, podemos decir que las TIC son sólo un medio pues pueden estar presentes pero si no hay usuarios competentes que le den un sentido, no se conseguirán muchos cambios pues el fin último, está en la educación de las personas para que éstas puedan desenvolverse y participar como sujetos activos, críticos, innovadores, éticos y responsables, en una sociedad cada vez más compleja, rica en información y basada en el conocimiento.

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