Autor: Gonzalo Inguanzo Arteaga
Publicado: La
Primera de Puebla, 16 de noviembre de 2011
Iniciaré con una frase de un filosofo y sacerdote
español del siglo XIX, Jaime Balmes quien dijo: “La lectura es como el alimento; el provecho no está en
proporción de lo que se come, sino de lo que se digiere.”
La semana pasada sesionó el XI Congreso Nacional de
Investigación Educativa en la UNAM, en este espacio miles de personas
interesadas en la investigación se dieron cita para tratar temas que se
distribuyeron en 17 áreas temáticas. Uno de los temas que tuvo la atención de
muchos investigadores de todo el país fue el referido a la lectura (proceso,
codificación, comprensión, etc). En muchas de las presentaciones se hizo
evidente que más allá de las campañas para promover la lectura; la televisión y
otros medios de comunicación siguen ganando terreno y los mexicanos seguimos
leyendo poco y mal.
En este sentido quiero compartir algunas
reflexiones en torno a las ventajas que pueden señalarse para invitar a
nuestros niños y jóvenes a leer cada día un poco más. Ambos, la lectura y ver
la televisión tienen defensores y detractores y no es mi intención a través de
este pequeño escrito invitarlos a que se queden con uno u otro sino expresar
algunos argumentos a favor de leer siempre un poco más. De más está señalar que
los amantes de la televisión pudieran esgrimir otros argumentos a favor de esta
y sería interesante poder debatir sobre el particular
Una ventaja de leer
es que esta actividad indudablemente ayuda a estimular la imaginación del
ser humano. Cuando estamos leyendo un libro de historia antigua, de ciencia
ficción, novela contemporánea, u otro cualquiera, estamos siempre siendo
retados por el autor para que podamos ir estableciendo todo un escenario a
partir de las palabras escritas por el autor, en este sentido cada uno de los
lectores partiendo de su experiencia previa y de su capacidad cognitiva podrá
irle dando sentido personal a lo que el autor nos refiere. En el caso de la
televisión más allá del uso de muchas estrategias visuales las historias
terminan siendo contada para todos de manera parecida. En este sentido, puede
ser explicado el porqué la mayoría de las personas que ven un filme que es adaptado
de una novela terminan diciendo que la película es buena pero nunca mejor que
el libro que le antecede.
Otra
ventaja que puede ser señalada es que leer aumenta nuestro vocabulario, a
través de la lectura accedemos a nuevas palabras constantemente, vamos
reconfigurando nuestro léxico y además tenemos la posibilidad de mejorar
nuestra ortografía. La lectura ayuda indiscutiblemente al desarrollo y
perfeccionamiento del lenguaje mejorando además la expresión oral y escrita.
Otro argumento a favor de la
lectura es que permite un mejor desarrollo de procesos cognitivos básicos
(memoria, atención y percepción). A medida que lees, nuestra mente tiene que ir
traduciendo las palabras en ideas, y aparejado a esto, también vas visualizando
y relacionando estas ideas con los conocimientos que ya tienes; lo cual nos
invita a mantenernos activos en este proceso desde el punto de vista
intelectual. La televisión te permite a través de las imágenes a entender una
historia, en la lectura aun cuando estás enfrentándote a palabras que cuenta
una historia, de igual manera estás retado a visualizar lo que leer y por tanto
debes estar visualizando. Una persona con hábito
de lectura posee autonomía cognitiva, es decir, está preparada para aprender
por sí mismo durante toda la vida.
En resumen, la lectura no solo proporciona información sino que permite una mejor
educación de nuestras potencialidades, permite la reflexión, el análisis y
nuestra concentración, accedemos a conocimiento nuevos y en un futuro nos puede
garantizar ser exitosos en el campo laboral o académico; pero no todo es “serio
o aburrido” pues también nos permite que recreemos mundos que no podemos
conocer realmente, nos distrae y entretiene.
Culmino este escrito con una de las frases celebres
de la campaña publicitaria de la librería Gandhi, a mí entender, impulsora de
la lectura en nuestro país a través de un discurso fresco y juvenil, y esta
dice: Mi signo es LEO. Algo obvio, acepta que se puede tener más
de un signo.
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